Las mejores lecturas

Edición española

Ahora que en cinco años estamos aprendiendo a leer comienzo una serie de entradas recomendando literatura infantil. Personalmente a mí me gustan las lecturas con un nivel superior al de Infantil porque pienso que los niños y niñas pueden "ir creciendo con ellas", es decir, pueden comenzar a "leer las imágenes" a los tres o cuatro años y leer ya las palabras a partir de los cinco o seis. Así el libro acompañará al niño durante muchos años y durante muchos redescubrimentos sucesivos.

Maurice Sendak.

Hoy os recomiendo una de las piedras de toque de la literatura infantil: "Donde viven los monstruos" (1963)  de Maurince Sendak ( Brooklyn, Nueva York, 1928). Cuenta cómo un niño, Max, castigado en su habitación sin cenar "se marchó navegando a través del día y de la noche, entrando y saliendo por las semanas, saltándose casi un año, hasta llegar a donde viven los monstruos". Allí, en una extraña isla es donde se verá quién es más monstruo en realidad. Quizá en la actualidad este cuento no pueda sorprender demasiado al lector pero fue pionero en introducir los elementos terroríficos en la literatura infantil desde una perspectiva nueva. Los monstruos de este cuento no dan demasiado miedo sino que en realidad son bastante majos mientras que el niño protagonista es especial: travieso, líder... Además las ilustraciones, QUE SON ESENCIALES EN LA LITERATURA INFANTIL (ésto lo pongo en mayúsculas) se alejan del estereotipo simplón de otros libros. Además se convirtió en un éxito inmediato y hasta hoy se han vendido más de 19 millones de ejemplares. En 2009 se realizó una adaptación al cine interesante para el adulto pero no demasiado adaptada a los niños.

El libro lo podéis encontrar por Internet, en Alfaguara Infantil o en cualquier buena biblioteca pública y sirve para adentrarse en una literatura  infantil más compleja, crítica y sin esa estúpida moralina que acompaña a los "cuentos para niños". Recuerdo que cuando lo compré utilicé como excusa el dárselo a mi hijo como regalo pero el motivo principal era poder releerlo cada cierto tiempo (en un ratito, porque es muy corto, aviso). 

Los monstruos se despiden con una conga monstruosa.